¿Negro o blanco? ¿Es posible o no? ¿Bueno o malo? ¿De qué depende exactamente tu elección? ¿Qué determina si cambiarás de opinión mañana?
La forma en que las personas perciben los acontecimientos, los hechos, a otras personas, las acciones y el comportamiento de los demás... y los propios, depende, en mi opinión, de la experiencia. Experiencia de vida, valores y “propias reglas”: normas de comportamiento. La posibilidad de dar una valoración objetiva prácticamente no existe en la realidad. Aunque ¿por qué...? Conoces a una persona desde hace 8 o incluso 10 años. Vivís con él en familia y tenéis un hijo juntos. Todo es común, todo es junto, todo es para dos. ¡Pero! ¿Es esto una garantía de que tu mal humor será comprendido? Tus lágrimas no se consideran histeria, y tu deseo de estar solo no se considera una aventura secundaria. La percepción es una variable puramente subjetiva. Vemos diferente, oímos diferente, analizamos a través de un prisma, sacamos conclusiones a través de juicios... ¡Actuamos como nadie! En un momento dado, una foto viral de un vestido dorado o azul causó revuelo. Pero ahora no estoy hablando de la percepción del color, sino de algo mucho más profundo. Conclusiones... es extraño que la gente se dé cuenta plenamente de que su conclusión es definitiva, como un axioma, no requiere prueba y no está sujeta a discusión, crítica y, especialmente, a dudas por parte de los demás. También resulta un tanto salvaje que muchos nieguen categóricamente la posibilidad de revisar su punto de vista, así como la voluntad de aceptar uno diferente.
Es increíblemente interesante cuando tus “normas” entran en conflicto con las que observas desde afuera. ¡Es increíblemente agradable escuchar "estás equivocado, escucha"! Siempre disfruto escuchar opiniones diferentes a las mías. Argumentos y razones de quien puede decirte a la cara: “No es así, no es eso... yo pienso y sé otra cosa”! Me da placer poder cambiar mi opinión sobre ciertas cosas. Me parece que en este caso te vuelves más inteligente, tu creación se expande y ganas algo de experiencia, aunque sea teórica. Al mismo tiempo, en 100% comparto la emoción de cuando tu opinión (punto de vista) se considera correcta también para los demás.
Nosotros mismos formamos nuestra percepción de nosotros mismos como individuos a los ojos de los demás. A veces creando un cierto estereotipo. Así que estaba convencido (y quizá todavía lo esté) de que “el hombre no cambia”. Y aunque este es un concepto general, la influencia externa o, más probablemente, los acontecimientos graves en la vida de una persona pueden medirlo. Creo menos en el “trabajo sobre uno mismo”, porque el egoísmo nos viene dado desde el nacimiento y el narcisismo es inherente a casi todo el mundo.
Siempre tienes razón, al igual que la persona que te acusa de tener una opinión equivocada.
Una persona y tu actitud hacia ella: ¡esa es la verdad! La comprensión y la aceptación sólo se pueden lograr a través del aprendizaje, sólo a través de conversaciones, sólo con el tiempo. Y si te han ofendido, o como es más correcto decir, eliges “ofenderte”, entonces lo más probable es que el problema esté en ti. No es la persona la que actúa mal o “de alguna manera no está bien”, sino que no la aceptas o no quieres conocerla. Lo más probable es que su actitud hacia él se haya formado inicialmente a partir de un error sistemático. Quizás eres demasiado estúpido porque no puedes/no quieres entender a una persona. No, no, no voy a creer que te puedan engañar. Quizás te amas demasiado a ti mismo, pensando que “esto le puede pasar a cualquiera menos a mí”. Hace tiempo que desarrollé una fórmula para sentirme cómodo: "para mi". Todo lo que haces, incluso en relación con otra persona, lo haces para ti mismo. Ahora estoy hablando más del lado material del asunto. Aunque la simple ayuda para elegir, asesorar o contactar con la “persona adecuada” es tu “para ti mismo”. Y sólo bajo esta condición se forma una evaluación u opinión sobre una persona, sin esperar ninguna retroalimentación.
Por supuesto, esta es sólo mi visión de las cosas. Esta es mi comodidad en las relaciones y la comunicación. Precisamente por eso no estoy preparado ni utilizaré la excusa “como todo el mundo”. La aceptación de tal “norma” te conviene, aunque no al 100%… de lo contrario, ¿por qué? De lo contrario, ¿por qué? La incapacidad de cambiar algo que “no es la norma” o “no es una opción” es su posición débil... de nuevo, justificada por la aceptación y la satisfacción, aunque no en el más alto grado.
Una vez más, me resulta difícil llegar a una conclusión al final, dándome cuenta de que la esencia del tema ha quedado plenamente revelada. Pero cada uno sacará su propia conclusión si entiende de qué trata la publicación. Aceptar la oportunidad y estar preparado para una percepción diferente del mundo, de la vida, de las opiniones, de las valoraciones, de las personas, de las acciones, de las palabras… sí, de todo en general es un paso extremadamente responsable y fuerte si se toma a título personal.