Filarmónico. Asocio toda la música actual con fenómenos naturales. Primavera, viento, lluvia, insectos volando y saltando, canto de pájaros y sonido de la hierba. El estado de ánimo influye mucho en la percepción.
El pianista, pasando las notas, consigue no confundirse. Me imagino estos símbolos y no sé dónde está el principio y el final de la nota ya tocada. La música tiene su propio lenguaje. ¡Excelente! Comunicarse en el lenguaje de la música, pero hablaremos de eso más adelante.
Vemos errores en los textos, frisos en los juegos. Al tratar de encontrar el "punto óptimo" en el trabajo de una orquesta, involuntariamente te haces la pregunta: "o son perfectos o no entiendes nada de música". ?
Miré en el lugar equivocado y escuché algo equivocado. La mecánica de los movimientos al tocar el violín es interesante. Cuánto tiempo, cuánto tiempo y rápido. Esto es algo sorprendente a mi entender.
¡Y sobre el idioma!))) Un miembro de la orquesta sube al escenario y le da un par de notas a otro sentado al piano... hmm... esto es comunicación, como si, como algunos animales, en sus propias ondas, con algún tipo de ultrasonido. Fue muy divertido imaginar cómo le decía al segundo: “ahora crujiré en tal o cual compás”.
Me di cuenta de que quería aprender a tocar un instrumento. Tocar mono me permitirá sentir las fortalezas y debilidades de un instrumento en particular para mi percepción. ¿Hasta qué punto puede establecer de forma independiente la imagen general (holística) de toda la actuación? ¿Cuánto tiempo puede pasar un sonido al silencio?
Escuché los instrumentos tocar por separado. En algún momento parecía como si se estuvieran imitando, interpretando música con los mismos compases y ritmo, pero cada uno a su manera.
Me hice otra pregunta: ¿por qué los artistas suben al escenario una vez finalizada la actuación? El juego se juega, arco y por los cursos. Los aplausos continúan, y luego de unos segundos el artista reaparece para hacer una reverencia y abandonar nuevamente el escenario. ))) ¿Solo quieres más atención? ¿Más vanidad? Creo que esto se originó en algún lugar hace mucho tiempo. ¿Quizás una tradición o una regla? Pero hoy, personalmente, me parece un punto muy controvertido.
Otra visita a la Filarmónica no me produjo el mismo placer que la última vez. Mi cerebro no pudo ensamblar ningún pensamiento a partir de lo que escuché. Había cambios de melodía demasiado frecuentes y abruptos, y algunos eran tediosamente largos.
Nosotros también lo estábamos. Genial concierto!