Que si. Si no detenerse, innecesariamente para el caso, moverse en cualquier dirección, preferiblemente una nueva, por supuesto... o una aleatoria, que intrigue aún más añade amperios al empeño.
Mi familia me preguntó el otro día: "Ilya, ¿de verdad no entiendes nada? Fue muy gracioso. La sonrisa de todos los que no son de cerámica se me congeló en la cara. No, ¡claro que no! No lo he hecho y no pienso hacerlo. Excepto que cada vez me niego más todo tipo de preferencias en cuanto a bebidas. Ahora hablo del vino, que me encantaba y aún recuerdo su sabor ácido y aceitoso.
Sucedieron muchos acontecimientos, en los que me encontré por primera vez, lo que probé, oí y amé. Nuevos conocimientos abren para mí la ignorancia desde un ángulo aún mayor. Por eso la elección del camino a seguir es demasiado variada.
Fortalezas, iglesias, ríos, mares, piedras, árboles enormes, objetos de arte, realización de fantasías y realización de impulsos creativos: ¡todo es bello! En algún momento me harté de iglesias y templos, pero ahora me encantaría visitar el Salvador sobre la Sangre o quizá San Isaac.
He aprendido a apreciar el tiempo de una forma que nunca hubiera creído posible. Cada acontecimiento y cada momento. No te das cuenta de la importancia de un momento hasta que se convierte en un recuerdo.