Por la felicidad. ¿Qué necesitas para la felicidad absoluta? Si pudieras responder a esta pregunta, tal vez sólo podamos sentir lástima por ti. ¡La felicidad absoluta está en camino hacia ella! Superando las dificultades, las adversidades y el dolor, obtenemos una dosis de endorfinas, una liberación en la sangre de aquello que nos hace más ligeros, más amables y nuestra mirada más clara y brillante.
Al contar con los recursos necesarios, es más probable que busquemos más allá, allí donde falta lo que se necesita. Son ambiciones y deseos saludables. Por tanto, el recurso es una convención y unas circunstancias. La voluntad de tomar una decisión, de dar y de trabajar para obtener un recurso es un auténtico “mucho”. Si pierdes lo que ya tienes durante un periodo de tiempo, una cosa es. Si pierdes algo que ganarás con tiempo y esfuerzo, es completamente diferente. Cuando estás dispuesto a aceptar la posibilidad de pérdida dando un paso adelante, esa determinación tuya es verdaderamente valiosa.
¿Qué necesitas para un día feliz? ¡Cuéntame cuáles son tus planes para mañana, cuando tengas todo lo de tu lista de deseos! Bien, mañana mismo. ¡Verdadero! ¿Serás capaz de contener esta emoción, este sentimiento dentro de ti? ¿Cuánto tiempo? ¿No quieres nada más? Los deseos se escalan en tamaño y calidad. Desgraciadamente, siempre ocurre así. No existe nada específico que te dé la verdadera felicidad. ¿O existe?
¡Comer! Y esto no es una lista, no es tu “lista de deseos” en las notas de tu teléfono. Esta es la persona que está a tu lado. ¡Con quien resolver los problemas más molestos y difíciles es un placer! Con el que puedes cometer errores, riéndote de las consecuencias de esos errores. Con quien estás conectado por un ancla y, pase lo que pase, regresas al principio, desde cero, al vacío, él sigue ahí y te regala una sonrisa, mirándote a los ojos. Para ser feliz se necesitan dos, pero para todo lo demás se necesita tiempo y ganas. Nada es imposible. ¡Dime qué necesitas para ser feliz!