Así es... antaño, como hoy, nos alegrábamos de verdad del sol, que de vez en cuando nos visitaba, deleitándonos con su luz, aunque no con su calor.
¡¿Somos ahora capaces de alegrarnos tan sinceramente de lo poco que tenemos... de lo que tenemos?! ¿Por qué "más", "más a menudo", "más poderosamente", si tenemos lo poco que da placer? Sólo hay dos posibilidades: este placer es un farol o una simulación, para envolver o dormir la vigilancia, para conseguir al final más y más; es el miedo a perder ese poco, quedarnos sin "dulzura", empezar bruscamente a pasar hambre.
Por eso, intentar recomponerse es como una llama que arde en algún lugar del horizonte. ¡Brillantes y cálidos sueños!
Publicado en Мысли