Con los años, cambiamos. No se trata sólo y no tanto de la apariencia, sino también del estado interior y emocional. Al estar dotados de "experiencia vital", a menudo estamos seguros de que en el futuro no cometeremos errores del pasado. Las personas nos cambian. Las circunstancias nos cambian. Y ocurre que esta simbiosis nos convierte en otras personas.
¡El tiempo nos cambia! Un año cambia, un mes cambia... y la regla "cuanto más tiempo, más" no siempre funciona aquí. Tarde o temprano todo cambia a un nivel cualitativo. Un mes de vida nos cambia con una diferencia colosal que, digamos, 10 o 15 años - un mes nos cambia más fuertemente, más cualitativamente.
¡Ya han pasado 12 años! Hoy es un nuevo año... un nuevo año que me ha cambiado de una manera cualitativamente diferente a todos los anteriores. Me ha cambiado más de 6 meses, me ha cambiado un mes. Y, a juzgar por el vector de la tendencia del cambio, voy a abrazar la pronosticada aceleración del cambio. ¡Para lo cual estoy más que preparado!
Sólo que ahora no pierdo por desviarme de los principios, olvidando las palabras que me di. Simplemente he aprendido a aceptar lo que es fruto de la reflexión y el análisis. Dos vidas y nunca he tenido algo así. Y esto es un gran estímulo, un provocador de ambiciones y un impulsor del movimiento hacia adelante.