El humor es un área sutil y muy específica. Lo que hace sonreír a unos es un conjunto de palabras o una frase para otros. No todos los espectadores y oyentes son capaces de transportarse a la situación de la que habla el orador desde el escenario. Pero es precisamente ésta y otras experiencias similares las que hacen sonreír y reír sinceramente a muchas personas.
Es interesante ver la reacción del público desde fuera. Aquellos que no se ríen de los chistes pero se quedan con cara de póquer durante la mayor parte del discurso no necesariamente no tienen sentido del humor.
Qué difícil es escribir algo que definitivamente atraiga a una audiencia de 100%. Aunque en muchos sentidos (según mi experiencia) el estado de ánimo de la audiencia, sus expectativas y su preparación juegan un papel. ¡La actuación de Shcherbakov en Icebreaker fue espectacular!