No se puede negar que el tiempo pasa increíblemente rápido, y hablé de ello hace poco. Pero aquí hay otro punto que te hace pensar. ¿Es un desperdicio? ¿Quizás valga la pena tomar una decisión y luego ir editando, puliendo, terminando y cambiando? ¿Es realmente necesario mudarse a una casa que pronto será renovada... cada piso, sin plazos ni presupuesto alguno? ¿Vale la pena la espera? Ese hogar, donde desde el primer día habrá calidez, confort y amor sin límites, que en tu tiempo libre del trabajo fortaleces con la vida cotidiana, saturas con los colores de nuevos lugares y emociones... ¿Y cuándo aparecerá eso? ¿Y aparecerá alguna vez? Y no hay absolutamente ninguna certeza de que la construcción en el primer caso se complete en un plazo razonable. Aunque no se puede negar definitivamente la posibilidad.
Y recuerda: “Si hubiera podido volver 5 años atrás, pero con el cerebro que tengo ahora”. ☺️ ¡Pero dentro de 5 años te dirás lo mismo hoy! No, no, ahora mismo no lo diría, no lo haría, no actuaría de forma diferente. Se aferró, se soltó, se olvidó, se recordó a sí mismo... Nosotros, para mi sincera felicidad, no somos psíquicos y no podemos conocer el futuro. Sería una vida asquerosamente aburrida. Y ahora, al hablar del pasado y lamentar algunos momentos, ofendes tu maravilloso futuro, que el destino no se atreve a presentarte, ya que quieres cambiar el pasado para permanecer en él. Gran error…. Así como es un gran error hoy en día esperar al futuro, viendo como uno tras otro tus días se van por el desagüe hacia ninguna parte.
Si quieres ayudar, prohíbelo este otoño.
No dejes que las lluvias lleven tu alma al desagüe.
El motivo de sus canciones es mortal para mí.
Para cualquiera que se siente solo hasta los huesos bajo la lluvia.Si quieres ayudar, retrasa este verano,
Déjalo reposar en el patio, entre frágiles migajas de calidez.
Tiene tus labios con la sombra del amanecer.
Y por ahora, dos alas más despreocupadas.Si quieres ayudar, guarda estas hojas.
© Diácono Sherola
Para que no se te caigan como una pluma a la espalda.
Ordénales que respiren, crezcan verdes y retocen.
O simplemente quédate...
Quédate conmigo.
¡Esté cerca de aquel que es querido para usted como Persona! Eres necesario, no deberías. Eres importante, no aburrido. Tú quieres, tú importas. Para alguien, tu palabra sincera, unos minutos de silencio cerca, un abrazo son una especie de elevación emocional para él. Y la verdad de la vida es que la soledad, como el amor, es un concepto demasiado obvio como para ocultarlo tras una cortina de halagos, ostentación, dinero y popularidad.