Cascadas: Calma interior

Disfruto especialmente de las vistas de la cascada #. No puedo decir que sea una especie de placer, más bien todo lo contrario… una especie de paz interior. El sonido del agua actúa como relajante para mí.

Recuerdo que incluso un chorro de agua de un grifo fluye según una fórmula, y este flujo, aparentemente, no solo tiene fuerza matemática sino también isotérmica.

Aún más grande, aún más fuerte, aún más alto... cada uno de los que vi era memorable por su carácter. Y sí, recuerdo haber comparado a Lavna y Ruskealla, que diferían en color. #Kivach no consta de un solo “piso”. Ante mí se abre una vista de dos rápidos. Uno es más pequeño, el otro es notablemente más grande y, en consecuencia, más potente.

Como una máquina de movimiento perpetuo, el agua se precipita hacia abajo sin reducir su velocidad ni su fuerza. Sólo puedo envidiar tanta persistencia. ¡Oh no...! ¡Aún puedo seguir su ejemplo! Que es probablemente lo que haré.

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